Cómo preparar su centro de datos para temperaturas extremas

Siempre hay calor en los centros de datos. Eso es así por muchos motivos.

La infraestructura de los servidores de hoy en día cada vez más potentes, impulsada por la demanda exponencialmente creciente de la computación en la nube, software de inteligencia artificial y otros procesos con uso intensivo de datos genera necesariamente más calor que los equipos informáticos del pasado. Esta situación está motivando la necesidad de opciones de enfriamiento avanzadas, como el enfriamiento por inmersión, a fin de mantener temperaturas óptimas.

Además, todos sabemos que el planeta se está recalentando. Los eventos de climas extremos están aumentando en frecuencia a medida que la temperatura mundial promedio asciende, lo cual presenta la necesidad cada vez mayor de resiliencia optimizada para todos los entornos creados, incluso los centros de datos.

Es un momento crítico en el que se necesitarán opciones avanzadas de enfriamiento para que los centros de datos puedan resistir patrones de clima más frecuentes e intensos. La adaptación es fundamental para garantizar la confiabilidad de los procesamientos de datos para prestar servicios a los clientes, incluso en condiciones climáticas extremas. Con todo esto en mente, a continuación, dejamos algunas consideraciones para tener en cuenta en el futuro a corto y a largo plazo y cómo el enfriamiento por inmersión puede ser una parte importante de su plan de contingencia.

Analizar el costo del tiempo de inactividad

De acuerdo con el Uptime Institute, un 45 % de los centros de datos de los Estados Unidos informaron que experimentaron eventos de climas extremos en 2022 que afectaron su capacidad de funcionamiento. Además, uno de cada seis encuestados manifestó que se produjeron interrupciones en el servicio de datos a causa de eventos climáticos que causaron un costo superior a $1 millón en promedio.

Queda claro que las consecuencias de un evento de inactividad son graves tanto para los operadores de los centros de datos como para sus clientes. Los centros de datos modernos están diseñados, por lo general, para resistir temperaturas en torno a los 111 °F (44 °C), pero los más antiguos estaban diseñados para rangos más bajos con máximas que rondaban los 100 °F (38 °C), por eso es un desafío prepararlos de manera retroactiva para calores extremos.

Y existen motivos para creer que las temperaturas de verano aumentarán incluso más en los próximos años, por eso los centros de datos deben estar preparados. Esto es lo que en verdad sucede en los climas cálidos del oeste de los Estados Unidos, donde se encuentran los centros de datos más recientes y grandes. Se deben tomar medidas proactivas que aborden la manera en que se mantiene fresca la infraestructura de los servidores en los centros de datos.

Por qué las opciones de enfriamiento tradicionales pueden ser insuficientes

Hace décadas que existen los sistemas de enfriamiento por aire que permiten al hardware informático incorporar aire fresco que atraviese el frente y los componentes antes de expulsarlo al pasillo caliente. Pero rápidamente se están tornando inadecuados para hacer frente a las crecientes cargas de trabajo y la producción de calor de los equipos de los centros de datos modernos, eso sin contar el aumento de la temperatura y los eventos climáticos extremos.

Tradicionalmente, las configuraciones de servidores que alcanzan los 10 kilovatios de potencia se consideraban de alta densidad, pero en el futuro, las configuraciones de densidad extrema pueden ascender hasta a 40 kilovatios, una cantidad insostenible para los métodos de enfriamiento por aire tradicionales. En términos simples, la cantidad de calor que proviene de los sistemas de más potencia es demasiada para que el enfriamiento por aire sea efectivo o eficiente.

Por otra parte, la tecnología de enfriamiento por inmersión en líquidos ofrece una solución más práctica para los centros de datos actuales y futuros para mantener las temperaturas bajas. El enfriamiento por inmersión puede superar los problemas del calor y la subsiguiente pérdida de densidad del rack. Y, debido a que los sistemas de enfriamiento se pueden instalar en dispositivos de centros de datos específicos que más lo necesitan, puede ser una opción más eficiente y efectiva para los centros de datos, especialmente durante los días más feroces de los veranos más intensos.

En vistas del calentamiento global, un aporte a la sostenibilidad

Es posible que le sorprenda saber que los centros de datos emiten tanto dióxido de carbono como la industria de aerolíneas comerciales. Hoy en día, los centros de datos y las redes de transmisión de datos son responsables de casi el 1 % de las emisiones que producen gases de efecto invernadero (GEI) que, como se sabe, contribuyen al aumento de las temperaturas globales y al cambio climático.

Es aquí donde el enfriamiento por inmersión puede producir otro efecto positivo. Debido a que ofrece una eficiencia energética superior, mayor densidad de computación y mejores características de enfriamiento en comparación con los sistemas convencionales, el enfriamiento por inmersión puede aportar el rendimiento que contribuye a mejorar la sostenibilidad y a disminuir las emisiones de carbono.

Por ejemplo, el enfriamiento por inmersión permite a los centros de datos alojar y mantener una infraestructura de servidores más potente a fin deaumentar su densidad de potencia.

Por otra parte, una gestión térmica más eficiente puede lograr menos tiempo de inactividad o estrangulamiento de los equipos, como también una vida útil más prolongada de los equipos informáticos debido a que mitiga mejor la degradación térmica de los componentes de los servidores. Esto significa que el hardware informático se puede reemplazar con menor frecuencia, lo cual evita que un exceso de materiales termine en los basurales.

Además, el enfriamiento por inmersión permite a los centros de datos a mejorar de manera notable su eficacia en el uso de la energía (PUE) debido a que elimina los sistemas de enfriamiento por aire que hacen gran uso de la energía, lo cual permite a las instalaciones destinar más consumo de kilovatios directamente al hardware.

En resumen, la tecnología del enfriamiento por inmersión puede ayudar a los centros de datos a afectar de manera positiva el consumo energético y a mejorar la resistencia a temperaturas y eventos climáticos extremos. Los ingenieros en fluidos modernos están investigando la posibilidad de recapturar el calor y la reutilización de la energía que podría algún día alimentar a los mismos centros de datos o incluso a las comunidades cercanas.

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