La demanda de servicios web con uso intensivo de datos sigue aumentando a un ritmo acelerado. Solo en los Estados Unidos, la demanda (medida en función del consumo energético a fin de reflejar la cantidad de servidores que un centro de datos puede alojar) se prevé que alcance los 35 gigavatios (GW) para 2030, hasta 17 GW en 2022, de acuerdo con análisis recientes de McKinsey & Company.
Para responder a esta demanda, los gerentes de centros de datos están abocados a ofrecer exponencialmente más potencia de computación. No obstante, a medida que se incrementa la potencia de computación, también aumenta el calor que generan los servidores de próxima generación, y se requiere la tecnología de refrigeración correcta para mantener las condiciones ambientales óptimas.
Con este trasfondo, la refrigeración por inmersión, una tecnología revolucionaria que sumerge componentes de TI en un fluido dieléctrico no conductor, está cobrando impulso como innovación para los centros de datos. Algunas de las compañías tecnológicas más importantes lo están aprovechando y la demanda no deja de crecer.
Dos tipos de sistemas de refrigeración por inmersión se encuentran en uso hoy en día: monofásico y bifásico. Ambos métodos implican sumergir completamente hardware en fluido, pero cada enfoque es bastante diferente y para los gerentes de centros de datos que consideran adoptar esta tecnología sería conveniente analizar esas diferencias. Analicémoslo en mayor profundidad:
En primer lugar, debemos tomarnos un momento para evaluar exactamente qué necesita del sistema de refrigeración.
Más allá de la configuración, su sistema de refrigeración debería contribuir con lo siguiente:
Las soluciones de refrigeración por inmersión ofrecen el potencial de permitirle lograr esos objetivos y más. Pero no todas ellas se crean de la misma manera.
En el enfriamiento por inmersión monofásico, el hardware se sumerge en un fluido dieléctrico que hace contacto directo con los equipos de TI y que aleja el calor a medida que el fluido fluye a través de un mecanismo de rechazo de calor. En esta aplicación, pueden utilizarse fluidos tanto orgánicos como halogenados, aunque los últimos suelen asociarse con un costo más alto y un perfil de sostenibilidad menos favorable.
En la refrigeración bifásica, un fluido a base de fluorocarburos hierve fácilmente cuando entra en contacto con puntos calientes de los equipos, lo que genera la transformación del fluido de un líquido a un vapor que puede condensarse en un intercambiador de calor y volver a circularse en el tanque de enfriamiento. Este cambio de fase de líquido a gas permite al fluido atraer gran cantidad de calor del equipo, y también requiere la integración de elementos de diseño del sistema para facilitar la transición y un sistema sellado para evitar una costosa pérdida de fluidos a causa de la evaporación.
Tanto la refrigeración monofásica como la bifásica permiten a los centros de datos lograr mayor densidad de potencia, mejor desempeño térmico, mayor efectividad del consumo de energía y vida útil del equipo más prolongada. Esos beneficios son motivo suficiente para que los gerentes de centros de datos con mentalidad vanguardista consideren firmemente la tecnología, más allá de los detalles.
No obstante, los sistemas monofásicos presentan algunas ventajas singulares en comparación con los bifásicos. Tal vez, el más importante es que los sistemas monofásicos permiten fluidos de refrigeración personalizados, lo cual facilita que la formulación cumpla con las necesidades específicas del centro de datos. Por ejemplo, el cobre es frecuente en los sistemas de servidores y es particularmente susceptible a la corrosión cuando se expone al aceite o el agua. Esto hace que la protección contra la corrosión sea una característica fundamental para los fluidos de inmersión. Su proveedor de soluciones debería poder formular el fluido con la composición química específica que se requiere para el rendimiento anticorrosivo a largo plazo.
La durabilidad del fluido es otro factor importante. El fluido debería durar durante la vida útil del sistema del servidor en condiciones óptimas. Esto elimina la necedad de cambiar el fluido con regularidad, una tarea de mantenimiento que puede resultar costosa y requerir mucho tiempo. Además, a medida que las demandas de potencia aumentan, los fluidos específicamente diseñados deberían prolongar la expectativa de la vida útil del hardware.
Las ventajas de la refrigeración por inmersión pueden ser beneficiosas para los centros de datos de cualquier tamaño, desde centro de datos empresariales más modestos hasta centros de datos a hiperescala revolucionarios. Las operaciones más pequeñas que ansían obtener más de su infraestructura actual pueden beneficiarse de sacar el mayor provecho a la densidad de potencia con la refrigeración por inmersión. Por otra parte, las de hiperescala pueden implementar la refrigeración por inmersión para maximizar su potencia de computación aún más.
Las soluciones de fluidos de refrigeración por inmersión CompuZol™ de Lubrizol son sistemas de refrigeración por inmersión monofásico que pueden permitirles llevar las operaciones de los centros de datos al siguiente nivel. Nuestros ingenieros en fluidos experimentados, a fin de aprovechar al máximo las arquitecturas de los sistemas monofásicos, trabajan para diseñar los fluidos CompuZol que permitan lograr un rendimiento óptimo en diversas áreas críticas, como la protección contra la corrosión, la longevidad y, por supuesto, el rendimiento térmico.
Los gerentes de centros de datos con pensamiento vanguardista no pueden depender de la tecnología de refrigeración tradicional, dado que la demanda de datos no deja de crecer. Comuníquese con su representante de Lubrizol para descubrir cómo CompuZol puede transformar sus operaciones.