Al combinar diferentes químicas de aditivos, aceites base y tipos de espesantes, se formulan grasas para cumplir con los requisitos de especificaciones de industrias y consumidores finales concretos. En líneas generales, las grasas se clasifican en tres categorías:
Grasas básicas con bajos requisitos de especificaciones, son formulaciones típicas para fines generales que pueden producirse en grandes volúmenes, a precios competitivos. En general, se encuentran en jabones a base de litio, calcio o sodio, pero también pueden incluir grasas de presión extrema y bases de litio más complejas.
La mayoría de las grasas que se usan en la actualidad son productos básicos con:
Grasas de alto rendimiento con requisitos más exactos en cuanto a especificaciones y que con frecuencia se encuentran en jabones más complejos, se fabrican con aceites base altamente refinados o sintéticos y se formulan para cumplir con las exigencias de aplicaciones más desafiantes.
El predominio de las grasas de alto rendimiento es cada vez mayor a medida que los gobiernos e industrias avanzan hacia requisitos ambientales y de rendimiento más estrictos. Las grasas de alto rendimiento se caracterizan por:
Las Grasas especiales se fabrican a la medida para reunir estrictas especificaciones de rendimiento en aplicaciones específicas y que se formulan especialmente con aditivos y lubricantes sólidos de mayor costo.
Las grasas especiales constituyen una parte del mercado en crecimiento y se caracterizan por:
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