Reciclar empaques de múltiples capas siempre ha sido sido enorme desafío, ya que pueden tener hasta 11 capas ultradelgadas individuales. Por lo general, se incluyen capas de films de PE/PA, PP/PET, además de capas de aluminio, papel e impresas; cada capa tiene una función específica para formar una estructura de paquete liviano que proporcione propiedades de barrera, resistencia y estabilidad en el almacenamiento. En el caso del empaque de alimentos, estas propiedades facilitan una protección excelente, además de frescura para el contenido en el interior (café fresco, patatas fritas y otros snacks, alimento para bebés, alimento para mascotas).
Por lo general, ha sido difícil separar las capas para su reciclaje. Cuando las capas están hechas de distintos materiales, pueden contaminar los flujos de reciclaje, incluso si pueden separarse. Por ese motivo, actualmente, la mayoría de las estructuras de empaque de múltiples capas se envían a vertederos o se incineran. En algunos casos, las capas se infrarreciclan; es decir, se procesan y forman una pasta para producir gránulos de color gris verdoso que pueden usarse para bienes de baja calidad y bajo volumen. Este esfuerzo aleja a los empaques de los vertederos, pero, como contrapartida, se desperdician recursos valiosos en productos de bajo volumen.
Las partes interesadas de la industria han estado trabajando en múltiples enfoques para rediseñar los empaques de múltiples capas con el fin de facilitar el reciclaje sin tener un impacto en la integridad del empaque y sus características de rendimiento de protección. Estos enfoques incluyen:
- Productos con un solo componente: la estructura de capas se fabrica con materiales con la misma composición química y, a continuación, cada capa recibe un tratamiento con un recubrimiento delgado y húmedo para mejorar el rendimiento.
- Reciclaje químico: este enfoque involucra descomponer los polímeros hasta sus componentes básicos. Actualmente, se encuentra en las primeras etapas de desarrollo y es muy costoso, aunque podría ser una solución a un plazo más largo.
- Reciclaje mecánico: este método se enfoca en separar con precisión las capas al final de la vida útil del empaque, de modo que puedan captarse de una forma más precisa en los puntos correctos para evitar la contaminación por reciclaje.
Pruebas independientes que han registrado resultados prometedores
En Lubrizol, hemos desarrollado soluciones de recubrimiento que respaldan los enfoques de separación de capas (mecánico) y producción con un solo componente. En el reciclaje mecánico, hemos puesto el foco en simplificar la separación de las capas. Este enfoque involucra aplicar un recubrimiento entre las capas, de modo que estas puedan separarse con precisión y captarse en los puntos adecuados. Si se logra una separación precisa, los empaques de múltiples capas podrán clasificarse como reciclables (lo que implica poder evitar impuestos al empaque y cumplir con pactos vinculados con el uso de plásticos), y podrán volver a captarse materiales valiosos para que estos regresen al sistema. Después del reciclaje mecánico, tomamos los pequeños fragmentos restantes y los sometemos a un tratamiento químico para completar el proceso.
Adoptamos este enfoque desde el principio, porque consideramos que tenía la mejor probabilidad de tener éxito, lo que ha sido confirmado por los resultados recientes de un centro de pruebas independiente. Estas pruebas confirman que esta solución de separación mecánica para empaques de múltiples capas posibilita la reciclabilidad perfecta de diversos films plásticos y, la vez, mantiene la claridad y las propiedades mecánicas. No requiere cambios en el proceso de reciclaje estándar.
El polipropileno utilizado se recuperó y recicló. Pudimos fabricar un polipropileno claro y transparente que pudiera volverse a usar. Estaremos llevando a cabo pruebas adicionales en el polipropileno reciclado para determinar si satisfará las normas de la UE vinculadas con el uso en empaques de alimentos.
Un gran paso hacia adelante
Este es un enorme paso hacia la reciclabilidad en empaques flexibles. Estos resultados son significativos, ya que este enfoque abre la puerta a porvenires auspiciosos para la industria de empaques, que se enfrenta a distintos desafíos en relación con la transición hacia productos más sostenibles que no comprometan las características de rendimiento.
Esas son buenas noticias para una solución de empaque que se publicita como más ecológica porque es mucho más liviana y delgada que muchas otras opciones de empaque. Cambiar de frascos de vidrio a bolsas flexibles es un ejemplo perfecto. Las bolsas utilizan muchos menos materiales, menos combustible para el transporte y menos energía para la fabricación. Esto es especialmente importante porque continúa la expansión de reglamentaciones e impuestos vinculados con empaques, así como de pactos voluntarios relacionados con el uso de plásticos, en función de los cuales las partes interesadas en el empaque con plástico se comprometen a lograr una uso más circular. A fin de cuentas, debe incrementarse la sostenibilidad de los empaques a través del reciclaje, de la reutilización o del uso de materiales compostables.
Lubrizol ha desarrollado soluciones de recubrimiento que respaldan los enfoques de separación de capas y monomateriales. Al explorar diversos enfoques, el futuro se ve mucho más prometedor en cuanto a mejorar la reciclabilidad del embalaje de múltiples capas.
