Hay importantes pasos para seguir a fin de garantizar una imagen de calidad al imprimir digitalmente sobre textiles. Uno de los más importantes es tratar previamente la tela con sustancias químicas diseñadas para ofrecer el rendimiento deseado para su uso final que no se puede lograr solo por medio de la tinta y la tela..
De los diferentes tipos de colorantes utilizados en la sublimación textil digital, el pigmento ha sido el que más se tardó en adoptar en la industria, en parte porque es el único colorante que requiere una unión física con la tela, utilizando un polímero (aglutinante) para actuar como una especie de "pegamento". Los otros métodos se basan en la tecnología de tinte que se une químicamente a la tela. La desventaja de esto es que hace que las tintas a base de colorantes sean específicas para cada tela y, además, estas tecnologías a base de tintes no tienen una solidez a la luz tan buena como las tintas a base de pigmentos. Por ejemplo, la tinta pigmentada puede ser muy beneficiosa para los muebles de exterior porque tiene la mayor resistencia a la luz ultravioleta.
Requisitos de rendimiento de los tratamientos previos textiles para tintas a base de pigmentos
Existen algunos requisitos de rendimiento clave que cualquier tratamiento previo debe cumplir para poder aprovechar al máximo los beneficios de los sistemas de tintas a base de pigmentos:
- Primero, la tela debe mantener su sensación "a la mano", que es esencialmente la sensación de la tela original. La impresión puede hacer que un tejido se sienta áspero, rígido o "acartonado". Por lo tanto, el tratamiento previo debe tener un efecto mínimo al tacto.
- En segundo lugar, el proceso de tratamiento previo mantiene el colorante en la superficie y de esta manera optimiza la intensidad del color y la calidad de impresión. Sin embargo, sostener la tinta sobre la superficie de las telas puede hacer que la resistencia al roce sea un desafío. La resistencia al roce, o "resistencia al desteñido", se mide evaluando la transferencia de color sobre una tela blanca cuando se frota en ambas direcciones contra una superficie impresa una cantidad fija de veces bajo un peso determinado. El desteñido se mide en un rango de grados desde 1-5 y debe ser alto. Los fabricantes apuntan a una calificación mínima de 3, pero generalmente buscan más de 4. Si el tratamiento previo no hace todo lo necesario, algunos proveedores implementan un postratamiento, pero esto aumenta los costos y el tiempo de entrega, lo que anula una de las grandes ventajas de la impresión digital y sus tiempos de entrega más breves.
- En tercer lugar, para lograr el rendimiento deseado, el tratamiento previo de las telas requiere combinar el sustrato y la tinta, y para eso se necesitan diferentes enfoques químicos. En Lubrizol, creamos soluciones de tratamiento previo textil para cada uno de los cuatro tipos de tejidos: algodón, poliéster, algodón/poliéster y otros sintéticos.
- Por último, la tinta es otro tema a considerar. No todas las tintas se diseñan del mismo modo. Algunas son más robustas para mayor durabilidad; otras para mayor color. El tratamiento previo debe poder adaptarse a todo tipo de tinta.
Aplicación de tratamiento previo
Los métodos de aplicación también son importantes para obtener el resultado correcto. Las almohadillas (inmersión y contracción) es el método de aplicación más común. Se están desarrollando otros métodos nuevos, como pulverización, espuma e inyección. Estos métodos están diseñados para utilizar menos tratamiento previo y solo cuando sea necesario.
Por lo tanto, al considerar el tratamiento previo de las telas para impresión digital basada en pigmentos, es importante trabajar con un socio que pueda ayudarlo a tomar las decisiones correctas y que conozca las regulaciones globales que rigen en la industria de la impresión textil.
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