Un mundo de resistencia al fuego

Publicado por Equipo de recubrimientos de alto rendimiento el 03/19/2019

Hay pocas fuerzas de la naturaleza tan destructivas como el fuego. Como lo demuestran los grandes incendios forestales en Estados Unidos, Grecia y en otros lugares en los últimos años, el fuego es casi imposible de controlar. Lo mismo es cierto a menor escala, como cuando ocurren incendios en hogares o negocios o en automóviles. Son difíciles de combatir y pueden ocasionar la pérdida trágica de vidas, lesiones y daños significativos de la propiedad.

 

De acuerdo con la Asociación Nacional de Protección contra los Incendios, solamente en EE. UU., más de 1.3 millones de incendios fueron reportados por los cuerpos de bomberos en 2017, resultando en aproximadamente 3,400 muertes civiles, cerca de 15,000 lesiones de civiles y $23 mil millones en pérdidas de bienes.

 

Como lo sugieren estas cifras abrumadoras, el uso de sustancias ignífugas es tan importante como siempre con la cantidad de equipos eléctricos y electrónicos y el material combustible que se encuentra en edificios y hogares que aumentan el riesgo de peligros de incendio. Las sustancias ignífugas corresponden a una variedad de compuestos químicos que se agregan a una amplia gama de materiales combustibles para crear una capa de protección frente a la inflamabilidad y evitar incendios. Las sustancias ignífugas también demoran la propagación del fuego, brindando más tiempo para escapar y para que los primeros intervinientes puedan salvar vidas y disminuir el daño a la propiedad. Las sustancias ignífugas son como una póliza de seguro que usted espera no tener que usar nunca; pero que se siente aliviado de tener cuando ocurre un desastre. 

 

Las sustancias ignífugas son esenciales para reducir los riesgos inherentes a los incendios, es por eso que se encuentran en tantos productos desde mobiliario del hogar (muebles tapizados, cortinas, alfombras, colchones, etc.) hasta transportes (componentes y asientos de automóviles; paredes, alfombras y asientos de aviones; autobuses; trenes, etc.), plásticos en electrónica para el consumidor, materiales para la construcción y mucho más.

 

El fuego es alimentado por tres cosas: calor, oxígeno y combustible (materiales combustible). Si quita cualquiera de esos elementos del "triángulo del fuego", el fuego se extingue. Las sustancias ignífugas funcionan en una de las tres formas para cumplir con las pautas de resistencia al fuego. Cuentan con reacciones químicas que reducen la inflamabilidad de combustibles o demoran la combustión, o envuelven el oxígeno que el fuego necesita propagar. Las sustancias ignífugas también pueden enfriar el combustible a través de la acción física o reacciones químicas endotérmicas.

 

Cuando se trata de pautas de resitencia al fuego, hay muchas normas y pruebas distintas en el mundo par varias aplicaciones. Por ejemplo, la Asociación Nacional de Protección contra los Incendiosthe tiene más de 275 códigos y normas. Underwriters Laboratories (UL) certifica materiales, sistemas y ensamblajes utilizados para la resistencia al fuego estructural y es la norma que usa la Comisión de Seguridad de Productos para el Consumidor.

 

También hay asuntos de cumplimiento, especialmente a medida que el mundo de los químicos continúa evolucionando con mayores restricciones sobre lo que se puede usar. Hay materiales que se usaron por años y que ahora están prohibidos debido a problemas de salud o ambientales (similar a la situación con la tendencia de botellas sin BPA). El cumplimiento y la regulación son los componentes principales de la industria de las sustancias ignífugas.

 

Los productos deben cumplir con las normas de la EPA en los Estados Unidos, REACH en Europa y varias otras normas en todo el mundo. También hay compañías que tienen listas de materiales para "no usar" que no se pueden usar en sus productos debido problemas de responsabilidad o a la idea de que no son seguros. Debido a que hay una amplia variedad de pruebas y normas a nivel global, es importante trabajar con un fabricante químico de sustancias ignífugas que pueda explorar estas normas dispares.

 

Para los especialistas en desarrollo de fórmulas que diseñan sustancias ignífugas en sus productos, hay muchas opciones halogenadas y no halogenadas disponibles que pueden cumplir incluso con los requisitos más rigurosos (como compuestos no halogenados en Europa) sin afectar las propiedades del uso final. Estos polímeros incluyen poliuretanos termoplásticos (TPU) de próxima generación, cloruro de vinilo y resinas de cloruro de vinilideno, nitrógeno y fósforo que contienen polímeros y aditivos, poliuretano bromado y más.

 

Lubrizol tiene más de 50 años de experiencia en el desarrollo de una variedad de tecnologías de sustancias ignífugas y en el perfeccionamiento de cómo aplicarlas en cualquier cantidad de productos. Comuníquese con su director de cuentas de Lubrizol para conocer más acerca de cómo Lubrizol puede colaborar con usted para desarrollar polímeros ignífugos para las aplicaciones más exigentes a la vez que cumple con las distintas normas y regulaciones.

Equipo de recubrimientos de alto rendimiento

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